El proyecto se enfocó en abordar los desafíos de las especies exóticas invasoras (EEI) que amenazan la biodiversidad, los servicios ecosistémicos, las actividades productivas, la salud pública y los valores culturales en Argentina. Con una duración de 70 meses (2015-2022), el proyecto tuvo como objetivo principal proteger la biodiversidad mediante el fortalecimiento de la gobernanza y la gestión adecuada de las EEI para maximizar los beneficios socioeconómicos derivados de la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales.
Los principales actores involucrados incluyeron al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MAyDS), como contraparte principal, junto con instituciones como el CONICET, INTA, SENASA, Administración de Parques Nacionales, Prefectura Naval Argentina, gobiernos provinciales y municipales, y la FAO, que administró los fondos del FMAM (Fondo para el Medio Ambiente Mundial).
El proyecto se estructuró en cuatro componentes técnicos: fortalecimiento de capacidades institucionales, mejora de marcos regulatorios, validación de protocolos de manejo de EEI, y un programa piloto para la erradicación del castor americano en Tierra del Fuego. Además, incluyó un componente operativo de monitoreo y evaluación.
Entre los alcances destacados se encuentran la creación de la primera lista nacional de EEI, el diseño de sistemas de alerta temprana, la capacitación de agentes de conservación, la cuantificación de costos económicos asociados a las EEI, y la coordinación de políticas con países del Mercosur.
A nivel federal, el proyecto fortaleció la gobernanza en 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, promoviendo la armonización de marcos regulatorios y la formulación de una Ley de Presupuestos Mínimos sobre EEI. A nivel local, se implementaron pilotos en varias provincias para validar estrategias de manejo y control de especies invasoras.






